Este martes 14 de noviembre nos reunimos para celebrar un momento significativo en la historia de nuestra querida institución: la inauguración de la nueva rampa de accesibilidad, un testimonio tangible de nuestro compromiso con la inclusión y la equidad.
Marcamos un hito importante al abrir las puertas a un cambio positivo y simbólico en la vida de nuestra querida alumna Josefa Maluenda, quien, a partir de este momento será la primera en disfrutar de este acceso recién construído.
Esta rampa no es simplemente una estructura de concreto y metal, es un puente que conecta el compromiso de nuestro colegio con la igualdad y la dignidad para todos.
Cuando miramos esta rampa no solo vemos una solución arquitectónica, sino un símbolo de nuestra responsabilidad como comunidad educativa de brindar oportunidades equitativas a cada estudiante sin importar sus diferencias físicas. Es un testimonio de nuestra creencia en la diversidad como fuente de fortaleza y en la inclusión como un camino hacia un futuro más justo y compasivo. No es solo una cuestión de cumplir la ley, sino abrazar la diversidad como un regalo que enriquece nuestras vidas y comunidades.